
... Sé que he oído gemir al viento,
que tras la piedra lloró su desventura,
y beso mi piel, con ávida paciencia,
ardiendo en mi amielada luz,
en la simpleza de un sol de primavera,
donde lo bello, lo es, por ser tan simple,
bebió de mí, hasta calmar su pesar,
y allí, quedó, tieso, con su temor
de desnudar de huellas el camino...
Raquel Martinez.
Fotografia: Sergio Mendez Gándara
No hay comentarios:
Publicar un comentario