sábado, 28 de agosto de 2010
CACTUS
En mezquindad de un cielo seco,
danza el viento amando el polvo,
cual sierpe que busca tu agonía,
y tú, alma solitaria, en plácida ironía.
Desnudo beso de árido silencio
ardiendo el aire, negando sus caricias
y la mentira de la calma en sucesion,
rasgando piel, ve seda bajo la espina.
Como queriendo restar tus días,
lluvias de fuego, roja tu sombra,
dagas enceguecidas, y el firmamento,
atesorando lágrimas simil cristal.
Abres tus brazos bajo un cielo fenecido,
como implorando aquel llanto sagrado,
en la desértica esperanza que no duerme,
despides primaveras en tu blanco aflorado
RAQUEL MARTINEZ.
(Der Reserv.)
domingo, 8 de agosto de 2010
TU PALABRA
Abatido el tiempo,
muere el reloj a mis pies,
y el verbo adherido a mi piel,
lento se resquebraja.
Hiere el silencio
con sabor a soledad,
y el eco de uno mismo,
es remanente compañìa.
Distinto azul,
las mismas aguas,
y el despojo del viento
que traía tu voz,
rasga mi piel,
agrieta mis manos,
y es tu palabra,
la que hoy me falta...
Raquel Martínez.
(D.R)
muere el reloj a mis pies,
y el verbo adherido a mi piel,
lento se resquebraja.
Hiere el silencio
con sabor a soledad,
y el eco de uno mismo,
es remanente compañìa.
Distinto azul,
las mismas aguas,
y el despojo del viento
que traía tu voz,
rasga mi piel,
agrieta mis manos,
y es tu palabra,
la que hoy me falta...
Raquel Martínez.
(D.R)
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