Poeta de voz adormecida,
mordió tu verso, el ácido silencio,
piel impregnada de sueños y de tiempo,
amando el viento, se esfuman tus palabras.
Y de las manos, enmudecidas, escurren,
en la agonía, de saberse no escuchadas,
ínfimos verbos pendiendo de los labios,
en abisal desnudez, atéridos se entregan.
Tu voz se apega, a un cielo taciturno,
y de tus ojos, salada es la sentencia,
cuando, solloza, la letra se hace sangre,
desgarra el grito, y el cosmos no le oye.
Poeta de voz quebrada,
poeta de voz herida,
mutilado por el mundo que te duele,
te haces sombra, en el pesar acallado...
RAQUEL MARTINEZ
( Der Res.)
sábado, 13 de noviembre de 2010
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